Nos ha tocado venir a patear al Peloponeso, concretamente a Katakolon, una pequeña ciudad formada por un par de calles eminentemente dedicada al turismo pues de las dos calles, tres están llenas de tiendas de souvenirs, cafés y restaurantes,
al final de la población se encuentra la pequeña estación de ferrocarril desde donde parten los trenes que te ponen en Olímpia en 40 minutos.
Olímpia, cuna del Helenismo y de los Juegos Olímpicos y desde donde en la actualidad sale cada cuatro años la antorcha que indica el comienzo de los juegos. Nosotros no fuimos a verla, hemos dedicado el día a descansar en la playa que se encuentra a continuación de la estación y a tomar unas cervezas y disfrutar de un día tranquilo sin la premura de los días anteriores. Hemos recorrido relajadamente sus tiendas, me parecen interesantes las tiendas donde se comercializan artículos realizados en madera de olivo, también destacan las joyerías como en toda la zona de Grecia que hemos recorrido. Un carro tirado por un caballo recorre de arriba a abajo su calle principal, al final hay un parque con buena sombra donde se agradece un descanso aunque los taxistas ocupan gran parte de los bancos.
Continuamos avanzando hacia la playa, una larga y curvada playa donde se encuentran ancladas pequeñas barcas de pescadores.
Frente a un chiringuito de la playa montamos el campamento, un baño a primera hora de la mañana se agradece, el suelo es de arena blanca muy fina aunque hay que salvar los anclas y las cuerdas de las barcas que, aunque no son muchas entorpecen la entrada al mar.
Rápidamente, al chiringuito, da la impresión de estar en Huelva, un par de cervezas hasta mediodía. Volvemos a Katakolon, los anglosajones ya están comiendo, los restaurantes están al completo, en alguno de ellos hay grupos de danza bailando el Sirtaki,
hacemos un alto para velos bailar y ya de paso verlos comer, así que nos entra hambre y aprovechamos una de las mesas que queda libre: Calamares fritos, gambas fritas y ensaladas griegas con el famoso queso "feta" acompañadas por supuesto con cervezas, pero no son Mythos que se sirven en la mayoría de los sitios, estas son Alfa, también griega, ya lo dice el nombre.
Como se va haciendo tarde levantamos nuestras posaderas para rematar el día, mañana, ya veremos.
No me lo puedo creé, yo también iré al Peloponeso en estas vacaciones acompañado de gente de por allí, así que supongo que será mu especial. Abrazote
ResponderEliminar