Son las nueve de la mañana, hace sol aunque con un cielo raro, las calles se encuentran desiertas al ser domingo, hay buena luz y aprovecho para hacer una foto al arco de Trajano, luego me servirá de portada para el álbum de fotos, en la plaza de España los componentes de la asociación de atletas populares de Mérida ya llevan un rato montando todo lo necesario en la meta de la carrera, unos colocan vallas, otros preparan la barra con los grifos de cerveza que luego disfrutaran los corredores, las chicas colocan en las estanterías las bolsas de corredor que se entregaran a la llegada, llegan las empresas colaboradoras, cada una montando su pequeño stand patrocinando sus productos.
Terminan de inflar los arcos, ya está todo dispuesto. Me voy a la salida, atravieso el Puente Viejo que está magnifico a estas horas, luego los corredores disfrutarán de él ya que lo atravesarán por dos veces en ambas direcciones.
Son las diez de la mañana, comienzan a llegar los participantes, en el polideportivo Guadiana recogen los dorsales los que no lo hicieron el día anterior, las chicas del guardarropa esperan, aún es pronto. Comienza a llover y baja la temperatura, una participante de Jerez de la Frontera pide unos guantes de latex, dice que las manos se le quedan heladas, se echa de menos al spiker, a pesar de la lluvia la gente tiene ganas de marcha, enseguida comienza la música, toda la avenida se llena de atletas calentando, corriendo de una punta a otra y muchos con los plásticos impermeables. Desde la estación de autobuses hay una bonita vista de la avenida por lo que intento recogerla con mi cámara, a pesar de la lluvia torrencial que cae en estos momentos.
Quedan cinco minutos y no deja de llover, me desplazo a la salida. Cinco, cuatro, tres, dos, uno, comienza la carrera, los que tienen buenas marcas o quieren conseguirlas salen disparados, el grueso del pelotón tranquilamente a disfrutar aunque le pese a la lluvia, la gente ha venido de muchos lugares de España para que una simple lluvia les estropee el momento que a mi me estropeó el maldito gemelo, aunque de esta manera también se disfruta, de otra manera pero se disfruta.
Corro al Puente Viejo quiero coger con mi cámara a los corredores atravesando el Guadiana sobre 2000 años (y pico) de antigüedad. Junto a mí alguna cara conocida y otras menos conocidas, acompañantes y familiares de los corredores que aprovechan para hacer una visita a la ciudad, esperamos que les haya gustado.
Cuando pasa la escoba corro a por el coche, voy a ver si llego al Acueducto de los Milagros, es un buen sitio para ver la carrera y de paso gastar carrete, enseguida, el coche cronometrador, detrás como dos balas, Cano y un portugués que a la postre ganaría la carrera, poco a poco fueron pasando corredores cada uno a su ritmo, el reloj implacable será el responsable de las metas que cada uno se haya propuesto.
Me he quedado pillado con el coche, hasta que no pase el último corredor no puedo sacarlo y quiero acercarme hasta el Templo de Diana,
tardo en aparcar y cuando llego ya han pasado algunos corredores aunque me da tiempo a ver de pasar a Tina Maria Ramos, la atleta que ganaría la carrera entre las damas, la plaza del templo se ve majestuosa a pesar de la obra que ha servido de controversia entre los paseantes de Mérida.
Uno a uno siguen pasando los atletas, es el kilómetro veinte, ya se encuentran a un paso, me marcho rápidamente a la meta donde recojo la llegada de algunos corredores, hay muy buen ambiente aunque el tiempo sigue sin acompañar.
Reparto de bolsas de corredor, una cervecita que se agradece al final de la carrera y los clásicos comentarios de unos y de otros, al final la entrega de trofeos, algunos habrán alcanzado las expectativas que tenían previstas, otros las dejarán para el año próximo donde Mérida volverá a lucir sus mejores galas.
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