Vistas de página en total

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Entre Aveiro y Oporto (5ª día)

La mañana ha aparecido nebulosa, aunque se prevée que poco a poco levantará y tendremos un magnifico día, mas o menos como los anteriores. Gilberto anda dando vueltas por la casa, la Quinta del Molino ha tenido problemas con la electricidad y anda con sus herramientas en los bolsillos de un lado para otro. Antes de desayunar preparamos un poco la jornada, hoy nos vamos a dormir a Oporto, pero por el camino tenemos dos opciones: visitar Coimbra o desviarnos a la costa para ver Aveiro, y como veis en el titulillo, elegimos esta última opción, nos han hablado bien de la Venecia portuguesa, Coimbra lo dejamos para una nueva ocasión.
Molino de la Quinta

Nos vamos a desayunar, un magnifico desayuno, como el de ayer, muy completo, no se puede pedir más. Gilberto se comprometió a enseñarnos la cara oculta de la Quinta, la que no habíamos visto, donde se encuentra la cuadra con los caballos, un campo de fútbol con césped artificial, excesivo para una vivienda rural pero como hay terreno y algo más pues adelante, el molino es visitable con varias plantas donde se encuentran las piedras de moler y el cuerpo de engranajes y en la parte superior un reservado para leer y relajarse, así mismo en la cara oculta se encuentra una suite, la que Gilberto dice que es la mejor y no le quito razón, una verdadera pasada, os lo recomiendo para una escapada.
Nos despedimos de Alejandra y de Gilberto, Orlando está trabajando, ha sido muy agradable la estancia en la Quinta del Molino y la tendremos en cuenta para alguna otra visita.
Fachada de Aveiro

Tomamos la carretera en dirección Aveiro, no os digo las que son pues con los navegadores ahora ya no tiene mucha razón de ser, lo cierto que en un par de horas estábamos en Aveiro, aparcamos en una zona azul (o verde) de pago en el centro aunque no hay que preocuparse porque lo interesante se encuentra muy centralizado y cuando te pones a patear no hay que alejarse mucho para ir de un sitio a otro.
Góndola de Aveiro

Góndolas en el canal principal

Dibujo erótico en una de las góndolas

Bajamos en dirección al canal principal,  de paso, llegamos a la plaza donde se encuentra la Cámara Municipal y la iglesia de Ntra. Sra. de la Misericordia, en una calle con un pavimento con dibujos mitológicos y marineros. Junto al canal se encuentra una oficina de turismo (enfrente, al otro lado del canal hay otra) donde nos cargamos de papelería, nos paramos un momento para organizar el recorrido, basandonos en las indicaciones del  chico de la oficina y de la información que llevábamos nosotros. Cruzamos el canal no sin antes disfrutar con el colorido de sus góndolas, algunas de ellas con dibujos eróticos.
Fachadas en Rossio
 Tomamos a la izquierda en dirección a Rossio estamos en la zona de Beira Mar, donde hay unas bonitas edificaciones marineras en la rua das Falcoeiras. Cerca se encuentra la capilla de San Gonzalinho y un Mercado moderno con un bonito diseño, la iglesia de la Presentación y la plaza donde se encuentra la Junta de Freguesia de la Veracruz con una estilizada escultura en mitad de la plaza.
Antigua capitania del puerto
 Volvemos al canal principal junto a la antigua Capitanía del Puerto donde también se encuentran algunas góndolas aparcadas, para entrar en el centro comercial Forum Aveiro y ver un poco de sus tiendas.
Centro comercial Forum Aveiro

Cerca de la plaza del Marqués de Pombal se encuentra la Sé de Aveiro junto al convento y la iglesia de Jesús, y entre ellos hay un antiguo cruceiro.
Nos vamos a una de las muchas pastelerías para comprar Ovos Moles, dulces típicos de Aveiro, que según la tradición son obra de las monjas del convento de Jesús que no consumían huevos por sus votos de pobreza más una donación que hizo Manuel I de un gran cargamento de azúcar proveniente de Madeira, pues ya están todos los ingredientes: huevos, azucar y monjas.
Tomamos un café en una cafetería cercana y damos buena cuenta de los Ovo moles y otros dulces típicos y recogemos el coche para dirigirnos a Oporto.
En poco menos de una hora nos encontramos en la puerta del hotel Eurostar das Artes en la rua do Rosario de Oporto, rápidamente cogemos la habitación y metemos el coche en el aparcamiento, queremos aprovechar el tiempo y es media tarde así que echamos un vistazo general y el grueso de la visita lo dejamos para el día siguiente.
Torre e iglesia de los Clérigos

Desde el hotel bajamos hasta la rua do Carmo pasando por el Museo de Historia Natural, la bonita iglesia do Carmo decorada en uno de sus laterales con los típicos azulejos portugueses, con alguna representación, esta vez de tipo religioso, la fuente de los Leones, situada en la misma plaza. si bajamos por la rua de las Carmelitas llegamos hasta la iglesia y torre de los Clérigos, una alta torre que es visible desde casi todos los puntos de Oporto.
Oporto. Cafetería Astoria
 Bajamos la rua dos Clérigos hasta la Plaza da Liberdade, donde tomamos un café en la cafetería Astoria, enfrente tenemos la estación de ferrocarril de Sao Bento.
Estación de Sao Bento

Comienza a oscurecer cuando llegamos hasta la catedral, lo hacemos desde la estación por la Avda. de Alonso Henriques y desde la catedral bajamos por estrechas callejuelas y escalinatas
Callejuela de bajada al puerto
 que llegan hasta el puerto fluvial situado en el rio Duero junto al magnifico puente de Luis I que se ve majestuoso con las luces nocturnas.
Puente Luis I al anochecer
Un paseo entre restaurantes situados junto a la orilla en el margen derecho del río para ver el puerto y las antiguas fachadas. Para cenar elegimos uno que nos recomendó una guia gallega que llevaba a un grupo de turistas el restaurante Don Tonho casi bajo el puente Luis I. Buena cena, buena calidad y un precio un poco más elevado de lo normal por estos lares, pero nada escandaloso, merece la pena.
Restaurante D. Tonho

Por supuesto, caminando y entre la luz suave del alumbrado público de Oporto volvimos al hotel, en una pequeña terraza del bar, tomamos un café antes de dormir.

Fotos: Aveiro y Oporto

No hay comentarios:

Publicar un comentario